Todos los médicos quisiéramos tener algo de magia, a veces creemos tenerla. En la Medicina aparecen soluciones reales para algunas enfermedades, mismas que parecen mágicas, basta recordar el ATRA para la leucemia promielocítica o el imatinib en el caso de la leucemia granulocítica crónica. En ocasiones aparecen tratamientos u opciones terapéuticas derivadas de la sangre que saltan literalmente ante nuestros ojos, sorprendiéndonos con la aplicación generalizada por otras disciplinas médicas: este es el caso del plasma rico en plaquetas…