Rev Hematol Mex 2017 jul;18(3):103-104.
Guillermo J Ruiz-Argüelles
Centro de Hematología y Medicina Interna de Puebla, Puebla, Pue., México.
En 1999, siendo presidente de la Agrupación Mexicana para el Estudio de la Hematología A.C. (AMEH), el Dr. Manuel Morales-Polanco publicó el Boletín Informativo de la AMEH. Éste debe considerarse el origen y primer número de la Revista de Hematología de México (Rev Hematol Méx), actual órgano oficial de la AMEH. Los editores de ese boletín informativo fueron los doctores Carlos Martínez-Murillo y Raúl Izaguirre-Ávila. Al año siguiente, y también durante la gestión del Dr. Morales-Polanco, se hizo la presentación formal de la Revista de Hematología, editada por el propio Dr. Carlos Martínez-Murillo. En enero de 2010, el Dr. David Gómez-Almaguer me solicitó que me hiciera cargo de la preparación de Revista de Hematología de México. Para inaugurar el primer número de esa nueva etapa, escribí entonces el editorial intitulado: “Una nueva etapa de la Revista de Hematología de México”.1 De entonces a la fecha, Revista de Hematología de México se ha estado publicando regularmente y, como en todas las actividades humanas, ha llegado el momento de pasarle la estafeta a las generaciones más jóvenes que con certeza harán crecer aún más la revista. Los doctores César Homero Gutiérrez-Aguirre y Luis Villela se encargarán a partir de este número de la producción de Revista de Hematología de México. Las generaciones jóvenes deben tomar la batuta y tengo la certeza de que lo harán mejor que yo. El Dr. Gutiérrez-Aguirre me solicitó amablemente que escribiera este nuevo editorial “renovado”, lo que hago con mucho gusto. Y cito aquí a Ruy Pérez-Tamayo: “Una de las pocas ventajas que tiene la tercera edad, como se dice ahora, o la vejez, como se ha dicho siempre y en todas partes, es la repentina adquisición de la licencia, cuando no la obligación, de funcionar como patriarca o viejo sabio, cuando no como oráculo o hasta pitoniso. La he llamado ventaja, pero la verdad es que la inmensa mayoría de las veces es una lata, porque en mi caso (único en el que hablo con cierta autoridad), de lo de viejo sabio ya me llegó lo primero, pero lo segundo todavía no”.
Aprovecho este espacio para trasmitirles una serie de inquietudes que he podido advertir a lo largo de mi vida como hematólogo y más específicamente como editor de Revista de Hematología de México a lo largo de siete años: “me preocupa” la poca productividad científica de los hematólogos mexicanos; “me preocupa” el número tan bajo de investigadores mexicanos que trabajan y publican; “me preocupa” el desinterés científico y pedagógico de muchos colegas; “me preocupa” el afán desmedido de los médicos por hacer dinero, “me preocupan” las acciones innecesarias que con frecuencia se emprenden en los tratamientos de los pacientes con el objetivo de obtener recompensas económicas en vez de devolverle la salud a los enfermos; “me preocupa” el costo progresivo de los nuevos medicamentos, inaccesibles a muchos de los mexicanos; “me preocupa” que las casas farmacéuticas estén más interesadas en generar fármacos para prolongar supervivencias que para curar enfermedades; “me preocupa” el número creciente de enfermedades creadas por la industria con el único afán de administrar medicamentos muchas veces innecesarios a los pacientes; “me preocupan” los colegas que se involucran en la dicotomía; “me preocupa” la intromisión desmedida de algunas compañías farmacéuticas en la vida de las sociedades médicas; “me preocupa” mucho que la preparación y actualización de los llamados “líderes de opinión” esté en manos de las compañías farmacéuticas y no de instituciones académicas; “me preocupa” que la enseñanza de la medicina se esté convirtiendo en un negocio; “me preocupa” mucho que los médicos sean estimulados desde muy jóvenes a ganar todo el dinero posible, “me preocupa” que pocas personas les digan a los jóvenes que también es bueno trabajar por el bien común y “me preocupa” más que muchos colegas no se preocupen ni se ocupen de estos asuntos. Desde hace más de 40 años he estado involucrado en la hematología y he tenido el privilegio de conocer a médicos humanos, a profesores excepcionales, a científicos sobresalientes, a gente sencilla y noble, a jóvenes con una sana ambición de ser. Pero en los últimos años me he visto obligado a andar por las calles con mucho cuidado; hay mucho excremento por todos lados y me he tenido que cambiar de zapatos dos o tres veces.
Me complace agradecer a todos los miembros del Consejo Editorial de Revista de Hematología de México su apoyo generoso, sus colaboraciones y sus buenos oficios para seguir adelante con la publicación del órgano oficial de nuestra muy querida AMEH. Enhorabuena a todos.
REFERENCIA
1. Ruiz-Argüelles GJ. Una nueva etapa de la Revista de Hematología de México. Rev Hematol Méx 2010;9:1-2.