RESUMEN
“Thrombopoietin – at last” fue el título de un comentario que Donald Metcalf hizo en la sección de “News and Views” del número del 16 de junio de 1994 de la revista Nature. En ese escrito, Metcalf señaló que: “Durante décadas se sospechó la existencia de un factor vital de crecimiento de las plaquetas pero que éste se había resistido a ser caracterizado, por lo que la solución a este enigma debe ser un motivo de celebración”. El comentario editorial se refería a uno delos artículos principales aparecidos en ese número de Nature, cuyo título era: “Stimulation of megakaryocytopoiesis and thrombopoiesis by the c-Mpl ligand”, del que Dan Eaton era el autor principal, con la mayoría de los demás autores de la compañía Genentech, con excepción de Karl Oles, mi técnico de laboratorio y yo. El artículo se había enviado para publicación el 30 de marzo de 1994 y fue aceptado el 10 de mayo de 1994. Como ocurre con la mayor parte de los nuevos descubrimientos, la revista Nature promovió que otros investigadores publicaran información relacionada con el tema que motivaron la publicación de Cartas al Editor en la misma revista en el mes de junio. Lok y colaboradores y Kauschansky y su grupo publicaron el aislamiento de c-ADN murino identificado mediante tamizaje de líneas celulares mutantes autónomas para auto estimulación del receptor del c-Mpl insertado en líneas celulares. Wendling y colaboradores no clonaron el ligando de c-Mpl pero generaron información adicional de que el ligando de c-Mpl tenía las propiedades biológicas de la tan esperada trombopoyetina. En este manuscrito se describe el papel de la Clínica Mayo, de Karl Oles y mío en el descubrimiento de la trombopoyetina. Creo que se confirman los principios básicos que deben regir las actividades de investigación y las personas involucradas en la misma y me refiero a estos principios como las piezas del rompecabezas.
Palabras clave: trombopoyetina, receptor de trombopoyetina, receptor del c-Mpl.
ABSTRACT
“Thrombopoietin – at last” was the title of the News and Views article written by Donald Metcalf in the June 16, 1994 issue of Nature.
1 He went on to say “When, for decades, a vital blood-cell growth factor has been believed to exist but has resisted all efforts to characterize it, a resolution of the conundrum is a cause for celebration.” The main article of the June issue was entitled “Stimulation of megakar- yocytopoiesis and thrombopoiesis by the c-Mpl ligand ” .
2 The lead author was Dan Eaton with most other authors from Genentech except for Karl Oles, my laboratory technician, and me. The article was submitted on March 30, 1994 and accepted on May 10, 1994.
3 As is often done with major discoveries, Nature encouraged other investigators to publish letters which were accepted in June 1994.
4 Lok et al and Kauschansky et al published isolation of murinecDNA identified by screening autonomous mutants of cell lines for auto-stimulation of a c-Mpl receptor inserted into the cell lines. 3,4 Wendling and colleagues did not clone c-Mpl ligand but provided additional evidence that the c Mpl ligand had biological properties expected of a thrombopoietin. 5,6 This article describes the role the Mayo Clinic, Karl Oles and I played in this discovery. I believe basic principles are affirmed that may prove useful for anyone engaged in research. In this article, I have referred to these principles aspieces of a puzzle.
Key words: Thrombopoietin, Trombopoietin receptor, c-Mpl ligand.