RESUMEN
Las neoplasias mieloproliferativas BCR-ABL negativas incluyen a la trombocitosis esencial o primaria, a la policitemia vera y a la mielofibrosis primaria. Este último padecimiento destaca por ser el de mayor morbilidad y mortalidad entre las subclases. El complejo biogenético subyacente a estas hemopatías clonales ha tenido, históricamente, avances notables en terapias contra genes específicos e inhibición de las citocinas proinflamatorias fundamentales para el inicio de los síntomas.
El descubrimiento de la mutación JAK2V617F condujo a la integración de biomarcadores genéticos para estrategias diagnósticas y terapéuticas. La década pasada quedó marcada por el desarrollo rápido de terapias con inhibidores de JAK2 capaces de reducir la esplenomegalia, las citopenias y los síntomas constitucionales con mínima mielosupresión y toxicidad secundaria.
El ruxolitinib fue el primer inhibidor JAK2 aprobado por la FDA en 2011 para riesgo alto e intermedio de mielofibrosis. El año pasado se realizaron avances notables en el entendimiento de eficacia,
tolerabilidad y repercusiones en la esperanza de vida, incluido el análisis post-hoc de los ensayos COMFORT-I y COMFORT-II, la repercusión del fármaco a pesar de las trombocitopenias de base
y efectos del estado mutacional de JAK2V617F. Sin embargo, la integración de los avances científicos en la práctica clínica permanece como un reto para todo el personal de salud que participa en el tratamiento de pacientes con mielofibrosis primaria.
El desarrollo reciente de los programas de abastecimiento individual de pacientes (Individual Patient Supply Programs) y los programas de uso compasivo (Compassionate Use Programs) se han extendi-
do significativamente y las terapias eficaces a pacientes, que de otro modo no serían accesibles fuera del entorno de ensayos clínicos.
Mientras se examina el futuro de los tratamientos de las neoplasias mieloproliferativas, está claro que la integración de los avances científicos debe permanecer paralela al tiempo-sensibilidad de la aplicación del paciente, para ofrecerle mayor alivio a quienes padecen alguna clase de neoplasia mieloproliferativa.
Palabras clave: trombocitopenia esencial, policitemia vera, mielofibrosis, mielofibrosis primaria, neoplasias mieloproliferativas, inhibidor JAK2, leucemia aguda.
ABSTRACT
BCR-ABL negative myeloproliferative neoplasms (MPN’s) include essential thrombocythemia (ET), polycythemia vera (PV) and primary myelofibrosis (PMF), the latter notable for harboring
the greatest morbidity and mortality amongst the subclass. The complex biogenetic underscoring of these clonal hemopathies has historically stifled meaningful advances in gene-targeted therapies and compromised inhibition of the pro-inflammatory cytokines foundational to symptom development. The paramount discovery of the JAK2V617F mutation led to the integration of
genetic biomarkers into diagnostic and treatment strategies. This past decade has since been marked by the rapid development of JAK2 inhibitor therapies capable of reducing splenomegaly, cytopenias and constitutional symptoms with minimal myelosuppression and secondary toxicities. Ruxolitinib was the
first among JAK inhibitors to achieve FDA approval in 2011 for intermediate- and high-risk myelofibrosis. Notable advances in our understanding of this therapies efficacy, tolerability and
impact on life-expectancy have been made within the past year, including post-hoc analysis’ of the COMFORT-I and COMFORT- II trials, drug impact despite baseline thrombocytopenias and
effects on JAK2V617F mutational status. Integrating scientific advancement into clinical practice remains a challenge for all MF providers. The recent development of Individual Patient Supply
Programs (IPSP’s) and Compassionate Use Programs (CUP’s) has extended meaningful and efficacious therapies to patients that otherwise may not have access outside the clinical trial setting. As we survey the future of MPN treatments, it is clear that integration of scientific advancements must parallel time-
sensitive patient application so as to offer the greatest relief to those afflicted by the MPN disease burden.
Key words: essential thrombocythemia; polycythemia vera; myelofibrosis; primary myelofibrosis; myeloproliferative neoplasms; JAK2 inhibitor; acute leukemia